Con la llegada de la primavera abandonamos las lanas para enfundarnos en algodones, linos y sedas. Lo mismo sucede con la ropa del hogar y especialmente con la ropa de cama: sustituimos los rellenos nórdicos por otro tipo de prendas más ligeras que nos permitan descansar sin pasar calor: sábanas de algodón o algodón y poliéster combinadas con colchas sin acolchar.
Los nórdicos -que tienen su origen en la Europa más rural- son uno de los mejores aislantes térmicos gracias a su relleno de plumas o plumones que crean infinidad de cámaras de aire que retienen el calor. En sus inicios, los nórdicos se rellenaban con plumas de eíder –un pato de plumaje negro y blanco los machos y marrón las hembras que vive en zonas próximas al círculo polar ártico- por su utilidad como aislante térmico.
Actualmente, su uso está extendido en toda Europa, sin embargo, es en el norte del continente europeo donde más se emplean.
Trucos para conservar el edredón
Los rellenos nórdicos de plumas y plumones requieren de unos cuidados básicos para garantizar su perfecto mantenimiento.
Estos son los pasos que debes seguir para guardar el relleno nórdico en perfectas condiciones durante los meses de calor y poder usarlo nuevamente con la llegada del frío:
- 1. Lavado: en función del relleno se recomienda un tipo de lavado u otro, aunque para todos los casos es aconsejable confiar la limpieza a un profesional. Si decides lavarlo en casa, debes tener en cuenta la composición del relleno nórdico. En el caso de ser un edredón de relleno natural, debes lavarlo en seco con un paño y ponerlo en la secadora (programa corto) para que las plumas queden en buen estado y no pierdan su función de aislante térmico. Por el contrario, si el nórdico es de fibras sintéticas, no hay mucha complicación para lavarlo en casa; debes hacerlo con detergente suave, sin lejía, y a una temperatura máxima de 40º. Asimismo, procura lavarlo sólo, sin mezclarlo con ninguna prenda.
- 2. Secado: una vez limpio es importante dejarlo secar totalmente, mejor sobre una superficie plana, hasta asegurarnos de eliminar por completo la humedad. Es recomendable hacerlo un lugar seco y fresco, evitando los rayos de sol directos. Evita también el uso de aspiradores para no dañar los tejidos.
- 3. Plegado: Presiona el relleno nórdico con las manos para eliminar el aire que haya dentro. Así ocupará menos espacio.
- 4. Almacenamiento: Guarda el relleno nórdico dentro de su saco original. En caso que no dispongas de él, puedes usar una sábana vieja y envolverlo como si fuera un paquete de regalo.
Usa antipolillas o bolsas perfumadas: añade unas antipolillas y una bolsita perfumada –puedes hacerlas tu mism@ con flores secas- junto al relleno nórdico. De esta manera se mantendrá seco y en perfecto estado dentro del armario.